jueves, 27 de septiembre de 2012

Nuggets de pescado

¡Por fin! He acabado el curso de Community Manager y Marketing Digital que estaba estudiando (y que me ha tenido la última semana sin actualizar porque estaba haciendo deberes – vale, y viendo Once Upon a Time porque me enganché como una mona ^^, pero eso no cuenta -). Para celebrarlo debería subir algún postre ultracalórico y súper dulce como la tarta de “feliz día y feliz contrato” que le hice a una amiga mía. Pero aún no toca.

Por petición de mi muy mejor amiga (Forrest Gump dixit) tendría que subir la receta de la quiche lorraine o de la todoterreno empanada de salami que me ha salvado más de una cena (y de dos y de tres). Pero como en la página de Facebook y en Twitter ya os había puesto una foto de estos pequeñines, pues les tocó el turno a ellos.

Nuggets de pescado

Cuando era pequeña me llevaba muy mal con el pescado (ahora me llevo mejor, pero sólo con algunos peces y según de qué manera), como tantos otros niños. Hasta que un amigo/primo/no recuerdo qué de mi padre probó a darme filetes de lenguado empanados y con un poco de salsa de tomate. Y como estaba crujiente y no sabía a pescado, ¡cielo abierto para mi madre! Parece una tontería y no será lo más sano del mundo (pero tampoco lo son las hamburguesas y barritas de pescado que venden por ahí y que saben en su mayoría a sustancia X) pero es un primer paso para darle pescado a alguien que se niega a comerlo. Y con la cultura actual de comida rápida que tenemos, ningún niño le va a decir que no a unos nuggets.


Ingredientes
Pescado (a elegir) en filetes no muy finos
Harina
Huevo
Pan rallado (en mi caso iba mezclado con cereales machacados, como el rebozado del pollo crujiente)
Sal y pimienta

Podéis hacer esta receta prácticamente con cualquier tipo de pescado blanco o azul, siempre que podáis convertirlo en tacos de un cierto grosor. Yo lo hice con lenguado porque me encanta y porque la receta original era así jeje. Cortamos el pescado en tacos, salpimentamos y lo reservamos. Batimos bien el huevo y vamos rebozando los nuggets primero en harina, luego en el huevo batido y por último los empanamos. Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén y cuando esté bien caliente vamos incorporando los nuggets de pescado y dejando que se doren bien por ambos lados. Los sacamos y los ponemos sobre un plato o fuente con papel absorbente para que no queden grasientos.


Se pueden comer solos o acompañarlos con la salsa que escojáis. La de las imágenes es ketchup sí, pero quedan estupendamente con una salsa de tomate casera, miel y mostaza, mahonesa, barbacoa, pisto… lo que se os ocurra ^^.

 
Mis nuggets de lenguado, sí, con ketchup

El crítico jefe los acompañó de pisto de verduritas y mahonesa

domingo, 16 de septiembre de 2012

Premios Bitácoras 2012

Bueno, pues el crítico jefe y mi mejor amiga (que para eso lo es ^^) me han animado a participar en los Premios Bitácoras 2012. Desde ya, decir que obviamente no voy a ganar nada. Pero, oye, me hace ilusión participar. Así que, si opináis que merezco un poquito de reconocimiento/consideración/"voto para que no te sientas mal y te vote alguien" ^^ o lo que sea, en la imagen siguiente os dejo el enlace a las votaciones. Lo tenéis también en la barra lateral debajo de las entradas más visitadas.

Si alguno os animáis, ¡gracias! Y si no, pues ¡gracias! también porque al menos estáis leyendo esto jeje.

Votar en los Premios Bitacoras.com

martes, 11 de septiembre de 2012

Snickerdoodles

El otro día me levanté de la cama con antojo de preparar galletas. No de comerlas, no, de prepararlas. Y aprovechando que esa tarde visitábamos a unos amigos (y que el Pisuerga pasa por Valladolid, puestos a buscar excusas para encender el horno…) me dispuse a ver qué había y qué no en mis armarios y nevera para intentar preparar Snickerdoodles (unas galletas de vainilla y canela, crujientes pero esponjosas, que llevaba tiempo queriendo probar). Problema número 1: ¡sólo tenía 1 huevo en la nevera! Problema número 2: ¡era domingo! Mientras mi pereza y mis ganas de galletas peleaban a muerte en mi cabeza para ver si cogía el coche y me iba al hipermercado abierto más cercano, me puse a buscar recetas variadas de Snickerdoodles para averiguar si me faltaban más ingredientes para las galletas. Y entonces, ¡sorpresa! 
En muchas de las recetas que encontré sólo necesitaba un huevo (otras llevaban un huevo y una yema pero prescindían de la nata, o no llevaban extractos líquidos, o llevaban menos mantequilla…). Así que mezclando unas cuantas de esas recetas (y variándolas a mi antojo según preparaba la masa) llegué a estas cantidades que parece que funcionaron a la perfección (pues de más de 40 galletas que hice, al final de la tarde noche quedaban 5) ^^.

Buena pinta ¿eh?
Ingredientes


2 y ½ vasos de harina
2 cucharaditas de cremor tártaro
1 y ½ cucharadita de levadura química en polvo
¾ de cuchara de postre de canela
¾ de cuchara de postre de nuez moscada en polvo
½ cucharadita de sal
170 gr de mantequilla a temperatura ambiente
¾ de vaso de azúcar
¾ de vaso de azúcar moreno
1 huevo
½ vaso de nata
(o leche evaporada)
1 cucharadita de extracto de vainilla
¼ de cucharadita de extracto de almendra
(aunque yo no tenía entonces y trituré un puñadito de almendras tostadas hasta que se conseguí un polvo muy fino ^^)

Cobertura

¼ de vaso de azúcar
1 y ¼ cucharaditas de canela
El primer problema que puede que encontréis es la imposibilidad de conseguir cremor tártaro. En Madrid lo tienen ya en muchas tiendas de repostería o tiendas de productos americanos o británicos. Pero siempre podéis pedirlo a alguna tienda online (en la sección de enlaces tenéis algunas, y añadiré más), sólo hay que utilizar un poquito y luego lo podéis utilizar para espesar y dar más consistencia a claras de huevo batidas (como para hacer merengues), bizcochos y pasteles; también se utiliza en la preparación de cremas, glaseados y coberturas para postres ya que hace que el azúcar no se cristalice para que el frosting (por ejemplo) quede cremoso. En alguna recetas de postres, según he encontrado en diferentes páginas web, lo sustituyen por zumo de limón, que es ácido igualmente. Pero esto puede variar el sabor del plato que estemos preparando. Cada cual, como prefiera ^^.

Empezamos con los Snickerdoodles

Crujientes por fuera y esponjosos por dentro

Mezclamos la harina, el cremor tártaro, la levadura, la canela, la nuez moscada y la sal en un cuenco. En el bol de la batidora eléctrica (si tenemos batidora eléctrica de pie, si no en el bol que vayamos a usar para amasarlo todo), batimos a velocidad lenta durante 4 o 5 minutos la mantequilla con el azúcar (blanco y moreno) hasta que tenga aspecto cremoso y homogéneo. Añadimos el huevo, la nata y los extractos de vainilla y almendra y lo mezclamos. Incorporamos la mezcla de la harina y lo batimos (o mezclamos y amasamos si lo estamos haciendo a mano) con el accesorio amasador de la batidora. Una vez esté lista la masa, la dejamos reposar, sin tapar, a temperatura ambiente durante 20 minutos. (Inciso: ya olía también en crudo, que no me resistí a probarlo, lo reconozco…)

Snickerdoodles antes y después de hornear ^^

En un cuenco pequeño, mezclamos el azúcar con la canela para “rebozar” las galletas. Con la ayuda de una cuchara pequeña, vamos haciendo bolitas de masa (con una cantidad como la que cabría en esa cuchara basta) y las pasamos por el azúcar hasta que estén bien cubiertas

Rebozando las bolitas de masa

Precalentamos el horno a 180ºC y vamos colocando las bolitas de galleta sobre la rejilla cubierta con papel de hornear. Las horneamos durante 10 minutos, hasta que estén doraditas, y las dejamos enfriar por completo antes de retirarlas de la rejilla (ya que cuando salen del horno están blanditas y esponjosas y hay que esperar a que se enfríen para que se endurezcan un poco).

Una vez frías las galletas deberían tener este aspecto

Con estas cantidades, tendremos masa para muchíiiiiiiiiisimas galletas. Yo guardé en el frigorífico una cantidad y me sirve para dar de merendar a los críticos (jefe y crítico) esta tarde ^^.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Tomates rellenos de tortilla de patatas


Este verano, mientras disfrutaba de un masaje (sí, ¿qué pasa? Estaba de vacaciones y tenía las piernas cansadas... - o eso me digo a mí misma ^^-), la masajista (conocida mía) me habló de una cena que había preparado y cómo había arrasado con su plato estrella: pimientos italianos rellenos de tortilla de patatas. ¿No suena profundamente delicioso? Bueno, pues como imaginaréis debido a mi ya explicado poco amor por los vegetales, los pimientos y yo aún no nos llevamos del todo bien. Excepto los pimientos de Padrón. Hace un año y medio me obligué a empezar a comerlos, y diréis "¿cómo que te obligaste?". Sí, me obligué: es que huelen tan bien cuando están en la sartén... y puede que alguno pique... y a mí me encantan el picante y la incertidumbre... Mis padres opinan que fue un error terrible mi auto-obligación, porque ahora los comería hasta para desayunar y cada vez que veo a mi padre salir de la huerta con un calderito de pimientos... ¡me abrazo al caldero!
Bien, pues como no podía rellenar de tortilla los pimientos de Padrón, decidí probar la receta sustituyendo los pimientos por tomates. Y así, aprovechaba y daba uso a los grandes (alguno hasta enorme) tomates de nuestra huerta que mi madre me había enviado junto con mi hermano (a partir de ahora, el crítico crítico gracias a su constante tendencia a criticarlo todo desde el sarcasmo y la ironía; es así, hay que quererlo igual ^^). Así que aquí están, para ser la primera vez que lo intentaba, estaban buenos (al menos nadie dejó nada en el plato ^^):
Tomates rellenos de tortilla de patatas
 
Ingredientes
 
4 tomates grandes
4 patatas de medianas a grandes
1 cebolla
6 huevos
Sal y pimienta
(y en mi caso, pimientos de Padrón para acompañar ^^)

Empezamos pelando, lavando y cortando las patatas en láminas finas. Calentamos abundante aceite (cada cual que use el que prefiera para freír las patatas) en una sartén grande y ponemos a freír las patatas bien escurridas. Pelamos y picamos en trozos finos la cebolla y la añadimos a las patatas. En mi casa, tanto mi madre como antes mi abuela, desde siempre se ha hecho la tortilla con las patatas un poco deshechas pero sin llegar a ser puré. Si os gusta así, podéis ir deshaciéndolas con la espátula de madera mientras se fríen, o podéis esperar a hacerlo cuando las escurráis. Cuando empiecen a dorarse tanto las patatas como la cebolla, lo sacamos todo de la sartén, lo ponemos a escurrir el aceite en un colador y salpimentamos (hay gente que prefiere echar la sal a las patatas mientras se fríe o incluso antes, cada uno como acostumbre).
Batimos los huevos en un bol grande y añadimos las patatas, mezclándolo todo bien.

Ahora, lavamos bien los tomates, los secamos y cortamos la parte superior como si fuéramos a destaparlo. Con ayuda de una cuchara, vaciamos el tomate dejando sólo la carne adherida a la piel (¡no tiréis la carne del tomate! Nos servirá como ensalada para acompañar este plato o cualquier otro). Nos interesa que el tomate esté maduro para vaciarlo bien, pero no demasiado para que no se nos rompa al hornearlo.  

Vaciado de los tomates

Colocamos los tomates en una fuente para horno y los rellenamos con la mezcla de tortilla de patatas. No los llenéis hasta que rebose, pues al hornearse la tortilla podría romperse el tomate con la presión. Precalentamos el horno a 180º C y horneamos los tomates hasta que al introducir un palillo en la tortilla, al extraerlo no tenga restos de huevo batido (dependerá del horno y del tamaño del tomate, en mi minihorno de juguete tardaron unos 25 minutos).

Los tomates rellenos de tortilla de patata acompañados de pimientos de Padrón y ensalada de tomate
Mientras se horneaban, yo aproveché para freír unos pimientitos de Padrón (y comer alguno antes de tiempo y abrasarme la lengua sí, no aprendo) y aliñé el tomate resultante de vaciar los del horno.
¡Aviso! Aunque no parece gran cosa, este plato llena mucho y con un solo tomate conseguí saciar al crítico jefe ^^.

¡Qué rico!





lunes, 3 de septiembre de 2012

Cupcakes de chocolate con Guinness y frosting de caramelo


Aquellos que sigáis la cuenta de ideas al horno en Facebook  o Twitter , llevaréis desde ayer por la tarde salivando por la pinta de los cupcakes de chocolate y cerveza Guinness ya decorados. Los que no me sigáis (¬¬, a ponerle remedio, ¡hombre ya!) estaréis pensando que para qué subo un adelanto de unas simples magdalenas de chocolate... ¡pues porque no son tan simples! Todo empezó con mucha curiosidad y una lata de Guinness olvidada gentilmente en mi casa por mi mejor amiga... A mí no me gusta la cerveza, ningún tipo, pero tampoco quería tirar la lata (no están los precios como para ir tirando nada así a las bravas). Así que me animé y busqué recetas de algo que siempre había querido probar: cupcakes de cacao con Guinness. Si tenéis dudas con las medidas de esta receta, en el post anterior tenéis la tabla de conversión de Allrecipes.com. Y éste es el resultado (como de costumbre, yo hice la receta como a mí me pareció después de comparar un montón, así que os dejo exactamente las cantidades que yo usé):

¿Apetecen?

Ingredientes para los cupcakes

1 vaso de cerveza Guinness
150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 vasos de azúcar moreno
¾ de vaso de nata
¾ de vaso de cacao amargo (o semiamargo) en polvo
1 cucharada y media (de postre) de levadura en polvo
2 huevos
1 cucharada de vainilla
2 vasos de harina

Ingredientes para el frosting

2 cucharadas soperas de caramelo (1/4 de vaso de azúcar y 2 cucharadas soperas de agua, por si os animáis a hacerlo vosotros)
¼ de vaso de nata
1 cucharadita de vainilla
170 gr de mantequilla
300 gr de azúcar glacé

Maltesers y/o fideos de chocolate para decorar

Cupcakes de chocolate y Guinness con frosting de caramelo

Empezamos con los cupcakes. Mezclamos en un cazo la mantequilla y la cerveza y lo calentamos hasta que la mantequilla se derrita por completo. Retiramos del fuego, añadimos el cacao y el azúcar y removemos hasta que esté todo bien mezclado. En un bol, batimos la nata con la vainilla y los huevos y la añadimos a la mezcla de mantequilla y cerveza. Añadimos la levadura en polvo a la harina y le incorporamos la mezcla del cazo. Removemos con un batidor de varillas hasta que la masa adquiera una consistencia y un color homogéneos. Precalentamos el horno a 210º C. Echamos la masa en los moldes de cupcakes hasta rellenar no más de 3/4 partes de éstos (preferiblemente no uséis sólo las cápsulas de papel para magdalenas, introducid éstas primero en moldes de silicona o metálicos para que los cupcakes queden redonditos y perfectos) y los horneamos a 180º durante unos 20 minutos (o hasta que al introducir un palillo éste salga sin restos de masa).

Una vez estén listos los cupcakes, los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo antes de decorarlos.

Para hacer la cobertura o frosting, calentamos en un cazo el caramelo (sin dejar que llegue a hervir) y le añadimos la nata y la vainilla, removiendo con una cuchara de madera hasta que esté suave y homogéneo. Mientras dejamos que el caramelo (que ahora tendrá aspecto de dulce de leche) se enfríe, batimos la mantequilla con un batidor de varillas eléctrico (si es un batidor de pie, pues mucho mejor para vuestro brazo y vuestra espalda ^^) durante 3 minutos hasta que esté esponjosa. Ponemos el batidor a velocidad lenta y añadimos poco a poco el azúcar glacé hasta que se mezcle totalmente. Incorporamos el caramelo y lo batimos lentamente hasta que esté montado. Las cantidades de azúcar glacé y de nata pueden variar según la consistencia que queramos darle a la cobertura. Una vez listo el frosting, lo metemos en la nevera para que se endurezca un poco antes de decorar los cupcakes.

Para la próxima les pongo caramelo líquido por encima, mmmm...

Para la decoración, podemos simplemente cubrir los cupcakes con el frosting con ayuda de un cuchillo, o bien podemos decorarlos con la manga pastelera. Al gusto de cada uno.

Cupcake después de sufrir un mordisco del crítico jefe ^^



sábado, 1 de septiembre de 2012

Tablas de conversión de medidas (y una foto para abriros el apetito, golosos)

Seguro que en vuestras investigaciones culinarias de la mano de Google os habéis topado con recetas en otros idiomas cuyos ingredientes no vienen en las medidas a las que estamos acostumbrados aquí. Al menos, este es mi caso. Acostumbrada como estoy a bucear en páginas en inglés, siempre me queda la duda de qué demonios de medida es "1 cup" que sirve tanto para sólidos como para líquidos indistintamente. Porque con líquidos está claro: 1 vaso (hasta aquí bien)... Pero ¿cómo mido "1 vaso de mantequilla"?

Bueno, pues para los que estéis en esta situación, he encontrado una tabla bastante maja de equivalencias en gramos y mililitros, y hasta en onzas y pintas (por si gustáis, oye, nunca se sabe las manías que cada cual tiene en la cocina) en esta página.

Y para que vayáis salivando para la próxima entrada aquí os dejo lo que estoy preparando ahora mismo: cupcakes de chocolate y cerveza Guinness.

  Y sí, yo ya los he probado ^^ ¡BUAJAJAJAJA! (intento de risa maligna)

Llenando poco a poco mi cestita de cupcakes


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