yo: "¿de qué quieres la tarta?
crítico-crítico: "me da igual, sorpréndeme..."
crítico jefe: "¡de queso!"
crítico-crítico: "... entonces de cualquier cosa menos de queso :)" (no es que no le guste, le encanta; una se acaba acostumbrando a la "tierna e idílica" relación verbal entre el crítico-crítico y el crítico jefe)
yo: "vale, ¿con qué forma al menos?"
crítico-crítico: "me da igual, sorpréndeme..."
crítico jefe: "yo la quería de queso..."
yo: "pero ¿la quieres de bizcocho, con fondant, sin él... cómo?"
crítico-crítico: "me da igual, sorpréndeme..."
Y así sucesivamente. Así que al final hice lo que me dio la gana, barajé posibilidades de Pokémon, Mario Kart, videojuegos, consolas, películas... Y al final me decanté por Star Wars y por honrar al llavero que mis amigos le regalaron cuando aprobó la selectividad:
Star Wars Jawa Cake! Uttini! (eso dice internet, para nosotros dice ¡Puchini! y pista) |
Así que este año el crítico-crítico (y algunos amigos míos y nuestros, en Madrid o en Ponferrada, bajo la amenza de celebrarlo o recibir golpes en los ojos) se vio obligado a soplar velas y poner buena cara si le llegaban regalos. DE NADA.
Aquí todavía no estaba tan crítico (esas gafas de moda, esos maravillosos inicios de los 90 y sus maravillosos estilismos...) |
Que así a lo tonto, en un par de meses (los que el mozo tuviera en la foto, que no pueden ser muchos porque con el jersey de lana que lleva la menda no puede haber sido tomada más allá de abril) hace 21 años de esta maravillosa instantánea en la que parece que hasta me gustaba tener un hermano y todo (él tampoco parecía infeliz ni preocupado porque lo tirase al suelo...).
A lo que íbamos, la tarta. La receta no es otra que la de las magdalenas de manzana que preparé por Halloween (y es que están buenísimas ^^) con algunas modificaciones.
Ingredientes
1 manzana y media20 gr de mantequilla20 gr de azúcar moreno2 vasos de harina2 cucharaditas de levadura química en polvo1/2 cucharadita de sal1/2 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de nuez moscada
1/4 cucharadita de cardamomo2 huevos1 vaso de leche100 gr de mantequilla a temperatura ambiente1/2 vaso de azúcar morenoPara la cobertura3 cucharadas soperas de caramelo
1 cucharada sopera de canela2 cucharadita de vainilla250 gr de crema de queso500 gr de azúcar glacé
Lo de las magdalenas sólo era porque me daba pena clavarle las velas a él |
Pelamos la manzana y la cortamos en trocitos menudos. Ponemos a calentar un cazo y derretimos la mantequilla. Cuando esté derretida, añadimos al cazo la manzana y el azúcar moreno y le damos vueltas con una cuchara de madera para que no se pegue ni se queme. Cuando la manzana se haya ablandado lo suficiente, retiramos el fuego y dejamos enfriar. En un bol grande mezclamos el azúcar con la mantequilla con la ayuda de un batidor de varillas. Añadimos la sal, la canela, la nuez moscada, el cardamomo (si no tenéis, obviad este paso), los huevos y la leche y seguimos removiendo. En un cuenco aparte mezclamos previamente la harina con la levadura química, la incorporamos a la mezcla del bizcocho y batimos hasta que la textura sea uniforme y sin grumos. Precalentamos el horno a 210º C. Engrasamos el molde, echamos en él la masa y lo horneamos a 180º durante unos 20-30 minutos (o hasta que al introducir un palillo éste salga sin restos de masa, cuidado con esta referencia, recordad que mi horno es de juguete). Antes de decorar y rellenar la tarta, hay que dejar que el bizcocho esté totalmente frío, yo lo hice el viernes por la noche y lo decoré el sábado ^^.
Para hacer la cobertura o frosting, batimos la crema de queso con un batidor de varillas eléctrico (si es un batidor de pie, pues mucho mejor para vuestro brazo y vuestra espalda ^^) durante 3 minutos hasta que esté esponjosa. Ponemos el batidor a velocidad lenta y añadimos poco a poco el azúcar glacé hasta que se mezcle totalmente. Incorporamos el caramelo, la canela y la vainilla y lo batimos lentamente hasta que esté montado. Las cantidades de azúcar glacé pueden variar según la consistencia que queramos darle a la cobertura. Una vez listo el frosting, lo metemos en la nevera para que se endurezca un poco antes de decorar la tarta.
Ojitos saltones ^^ |
No tengo fotos del "cómo se hizo" porque ni mi cocina ni ningún rincón de esta casa son lo suficiente fotogénicos como para poder hacerlo (también porque estaba yo sola y con las manos hechas un cristo y no me apeteció enguarrar la cámara). Así que el montaje os lo tenéis que imaginar. Yo hice dos bizcochos en un molde con forma de campana, uno es el cuerpo y el otro lo corté y modelé para que fuera la cabeza (y con trozos del bizcocho sobrante hice los brazos y los pies - que uní al cuerpo con glaseado- y la "arena del desierto" ^^). Ambos los corté por la mitad y los rellené con una capa no muy gruesa del glaseado. Uní el cuerpo y la cabeza con ayuda de glaseado y dos palitos de los de hacer cake pops (no me fiaba de dejar todo el peso de la cabeza del bicho en manos del glaseado ^^) y lo cubrí por completo con glaseado (aquí llegó el crítico-crítico y dijo que le daba miedo su tarta, aún no sabía qué iba a ser).
Avisé que daba miedo (perdón por la calidad, tengo un móvil de la edad de piedra) |
Luego fui estirando y moldeando el fondant de diferentes colores hasta "vestir" por completo al bichejo (al final quedó majo y todo).
Esto soy yo desencajando la cabeza para cortarla... |
Después de haberlo catado, he de decir que el Jawa estaba bueno... eso sí, tenemos tarta como para que nos dure hasta el próximo cumpleaños, que es el del crítico jefe en mayo ^^.
Pobre, qué penica. |