domingo, 18 de noviembre de 2012

Empanada de hojaldre y salami

Me he puesto a repasar las últimas recetas que había subido y toooooodas las que me faltaban por subir y me he dado cuenta de que quizás (sólo quizás) os haya estado endulzando demasiado últimamente ^^. Y como he estado enferma, y eso en mi caso significa pereza máxima, no he probado recetas nuevas desde el intento de onigiri que publiqué el lunes en Facebook y Twitter (y que no subo ahora porque la próxima vez que vea a mi mejor amiga me va a tirar una de estas empanadas o una quiche a la cara por no ponerle las recetas ^^).

La versión original de esta receta no la recuerdo con exactitud y tampoco sé si tiene algún nombre más específico y divertido que simplemente "empanada de salami". A mí me la preparó mi compañera de piso de la universidad, ella es de Aranda de Duero pero se la había dado una amiga que no recuerdo de dónde era... Así que si os suena (ya os digo que yo he variado la receta) y me podéis dar más información sobre esta empanada, ¡gracias!

Empanada de hojaldre y salami a punto de ser devorada por el crítico jefe
Ingredientes

2 láminas de hojaldre refrigeradas (preferiblemente no congeladas)
Salami
Jamón de york o pechuga de pavo
Queso en lonchas
Tomate
Pimienta 

Estiramos bien las láminas de masa de hojaldre y colocamos una en una bandeja de horno lisa y cubierta con papel de hornear. Vamos colocando los ingredientes creando capas dejando en todos los lados un hueco de al menos dedo y medio para unir las dos láminas de hojaldre y hacer el borde de la empanada. No es necesario seguir ningún orden, pero por alguna extraña razón yo siempre pongo los ingredientes de la siguiente manera: primero una capa de salami bien abundante, después el jamón de york, el tomate cortado en rodajas finas, espolvoreo con pimienta y lo cubro con el queso en lonchas. 

Las capas de mi empanada (ésta era cuadrada)
Por último colocamos encima la otra lámina de hojaldre, unimos los extremos con los de la base y los vamos retorciendo con cuidado dándole forma al borde de la empanada. Con un cuchillo, hacemos un pequeño agujero en el centro de la lámina de hojaldre superior (no es necesario realmente, pero yo he comprobado que al poder “respirar” el hojaldre no se empapa tanto con el jugo que suelta el tomate al calentarse y no se reblandece). 

Mi horno es de juguete (y esta vez estaba vaga y en lugar de hacer un borde "bonito" simplemente lo aplasté con el tenedor ^^)

Precalentamos el horno a 180 ºC y horneamos la empanada hasta que el hojaldre se haya dorado. 

El agujero del hojaldre no deberá ser muy pequeño o se cerrará al hornearse

Se puede comer tanto recién hecha como fría (el crítico-crítico la prefiere fría por ejemplo) y durante el verano fue casi la merienda-cena oficial de los días de piscina ^^. 

Rico, ligero y para toda la familia (modo Bricomanía ON)

jueves, 8 de noviembre de 2012

Halloween is (bueno, was) coming (parte 2)


Estoy enferma :( Conseguí curarme lo suficiente para pasar la noche de Halloween en unas condiciones decentes... pero el regreso a la capital (y la ausencia de planes que impliquen disfrazarse, seguro que también influye) ha traído consigo gérmenes o virus más potentes que los anteriores que me han tumbado por completo durante los últimos días. Y aún no me he recuperado, estoy sentada frente al ordenador con la bufanda en el cuello, el radiador al lado, toneladas de pañuelos y una infusión calentita.
Pero debía una actualización que ya llega demasiado tarde. Y el fin de semana mi mejor amiga hizo tiramisú y tengo que copiárselo porque estaba delicioso. Y además hicimos tortillas francesas rellenas de mil cosas y quedaron tan bonitas y ricas... y este fin de semana tengo que hacer pastas de té porque mi madre me ha regalado una pistola para hacerlas.... en definitiva ¡tengo que ponerme bien ya!

Así que de momento, galletas de azúcar decoradas (con sabor a pastas danesas, ¡ñam!)

Galletas de azúcar con glasa real

Ingredientes

Para las galletas

227 gr de mantequilla a temperatura ambiente
175 gr de azúcar glacé
1 huevo
Extracto de vainilla
1 cucharadita de sal
2 cucharaditas de levadura
400-425 gr de harina

Para el glaseado

3 claras de huevo a temperatura ambiente
4 tazas de azúcar glacé
1 cucharadita de extracto de vainilla
(opcional)
Colorante del color que queramos

Mezclamos la harina, la levadura y la sal en un cuenco. En el bol de la batidora eléctrica (si tenemos batidora eléctrica de pie, si no en el bol que vayamos a usar para amasarlo todo), batimos a velocidad lenta durante 4 o 5 minutos la mantequilla con el azúcar glacé hasta que tenga aspecto cremoso y homogéneo. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y lo mezclamos. Incorporamos la mezcla de la harina y lo batimos (o mezclamos y amasamos si lo estamos haciendo a mano) con el accesorio amasador de la batidora. La masa tiene que ser muy consistente, que no se pegue. Cogemos una pequeña porción de la masa, la colocamos sobre una superficie lisa espolvoreada con harina y la amasamos hasta crear una lámina de 0'5 cm más o menos. Cortamos con los cortapastas de nuestra elección y vamos colocando las galletas sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Precalentamos a 200º y horneamos durante 7 u 8 minutos, sin dejar que las galletas lleguen a dorarse.

Cortador de galletas regalo de mi amiga Carol ^^

Las dejamos enfriar de todo antes de decorarlas.

Sí, a mí se me tostaron demasiado
Podéis seguir los consejos de Sugarbelle (lo siento, está en inglés) sobre la mejor manera de preparar la glasa real y rellenar las mangas pasteleras para decorar las galletas.

No me molesté en decorarlas a conciencia, estaba enferma y tenía hambre ^^

Nos ponemos con el glaseado. Batimos las claras de huevo hasta que se formen picos, y vamos añadiendo el azúcar y la vainilla. Lo batimos a velocidad media o alta hasta que esté espeso, rígido y de color blanco brillante (unos 7-8 minutos aproximadamente). Si queremos darle color, añadimos unas gotas de colorante en gel o en pasta y batimos hasta que el color esté homogéneo.
Introducimos el glaseado en una manga pastelera, decoramos las galletas con una boquilla fina y las reservamos hasta que el glaseado se seque por completo.

Unas galletitas naranjas

El colorante negro comenzó siendo gris y oscureció al secarse

No me importó mucho tener que comérmela para sacar la foto

lunes, 29 de octubre de 2012

Halloween is coming (parte 1)

Llega Halloween. Es una de mis fiestas favoritas del año aunque sea una tradición foránea y aquí no se celebre en demasía. La gente se disfraza y está permitido enguarrarse la cara y el cuerpo de manera asquerosa y dar miedo... ¿A quién puede no gustarle? Está claro que a una persona que colecciona pelucas, que guarda cualquier prenda o accesorio atroz que cae en sus manos "por si vale para un disfraz" y usurpa el vestido de novia de su madre para vestirse en condiciones de Novia Cadáver (el vestido ahora tiene un bonito sombreado azul ^^), pues le tenía que gustar ^^. No obstante, no estaba en mis planes hacer ningún dulce "temático" por Halloween, porque esa tarde estaré en la carretera rumbo al hogar paterno, seguro que mi madre me recibe con alguna tarta o pastelillo y no le voy a negar el placer de que lo haga ella jajajaja. Pero entonces, el viernes por la mañana, la señorita cartera me trajo un paquetito desde Coruña: ¡mi amiga Carol me enviaba cápsulas de magdalenas de brujas y un cortapastas de calabaza! Así que como yo soy una persona agradecida, me he dedicado el fin de semana a darle uso al primer regalo (y planeo hacer lo propio con el segundo esta tarde ^^). 

Y como el otoño ha llegado con toooooodas sus ganas (aquí y ahora, de hecho, "Winter is coming", ya veréis que frío paso el miércoles envuelta en mi capa - capa de carisma +10, por otro lado, porque es estupentástica -), yo decidí que iba a hornearlo: magdalenas de manzana y canela. ¡Olor a otoño everywhere! ^^

Llega Halloween... y yo estoy enferma... ¡Maldito seas resfriado inoportuno!

Otoño hecho magdalena ^^

Ingredientes
1 manzana
20 gr de mantequilla
20 gr de azúcar moreno

2 vasos de harina
2 cucharaditas de levadura química en polvo
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de canela
2 huevos
1 vaso de leche
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1/2 vaso de azúcar blanco
1/4 vaso de azúcar moreno

Para la cobertura

3 cucharadas soperas de caramelo
1 cucharadita de vainilla
170 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 gr de azúcar glacé


Pelamos la manzana y la cortamos en trocitos menudos (yo de hecho, al trituré, el crítico-crítico no es muy partidario de encontrarse trozos de "cosas" en las magdalenas). Ponemos a calentar un cazo y derretimos la mantequilla. Cuando esté derretida, añadimos al cazo la manzana y el azúcar moreno y le damos vueltas con una cuchara de madera para que no se pegue ni se queme. Cuando la manzana se haya ablandado lo suficiente, retiramos el fuego y dejamos enfriar. En un bol grande mezclamos el azúcar con la mantequilla con la ayuda de un batidor de varillas. Añadimos la sal, la canela, los huevos y la leche y seguimos removiendo. En un cuenco aparte mezclamos previamente la harina con la levadura química, la incorporamos a la mezcla del bizcocho y batimos hasta que la textura sea uniforme y sin grumos. Precalentamos el horno a 210º C. Echamos la masa en los moldes de cupcakes hasta rellenar no más de 3/4 partes de éstos (preferiblemente no uséis sólo las cápsulas de papel para magdalenas, introducid éstas primero en moldes de silicona o metálicos para que los cupcakes queden redonditos y perfectos) y los horneamos a 180º durante unos 10-12 minutos (o hasta que al introducir un palillo éste salga sin restos de masa). Una vez estén listos los cupcakes, los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo antes de decorarlos.

Magdalenas de manzana y canela recién sacadas del horno
AVISO IMPORTANTE: Las magdalenas recién hechas huelen tortuosamente bien y requiere una fuerza de voluntad tremenda (y mayor de la que tenemos tanto el crítico-crítico como yo ^^) no comérselas cuando aún queman. Intentadlo ^^.

Para hacer la cobertura o frosting, batimos la mantequilla con un batidor de varillas eléctrico (si es un batidor de pie, pues mucho mejor para vuestro brazo y vuestra espalda ^^) durante 3 minutos hasta que esté esponjosa. Ponemos el batidor a velocidad lenta y añadimos poco a poco el azúcar glacé hasta que se mezcle totalmente. Incorporamos el caramelo y la vainilla y lo batimos lentamente hasta que esté montado. Las cantidades de azúcar glacé  pueden variar según la consistencia que queramos darle a la cobertura. Una vez listo el frosting, lo metemos en la nevera para que se endurezca un poco antes de decorar los cupcakes.



El colorante y la forma en que decoremos los cupcakes la dejo a vuestra total elección. Yo intenté hacer unos cerebritos, pero la cobertura me quedó demasiado cremosa (y no quería añadirle más azúcar, porque así estaba buenísima) y el resultado no fue del todo satisfactorio.

Intento de cerebrito no del todo satisfactorio

Un cerebrito poco desagradable

Así que los demás simplemente los cubrí con el frosting tintado de naranja ^^.

Aunque no lo parezca, la cobertura es de caramelo, de verdad

jueves, 18 de octubre de 2012

Cupcakes salados

El otoño parece que ya quiere llegar (después de que el pasado fin de semana se cumplieran mis deseos de lluvia-mantita-comida basura-series-sofá ^^) y como de costumbre yo empiezo a ponerme enferma :(  ¡Virus a mí! Hoy ha tocado: frío. Ayer, no sé cuándo, ni cómo ni dónde, cogí frío (y no, no ha sido como diría mi madre "eso te pasa por dormir con el culo al aire") y hoy tengo las tripas bailando muñeira. BIEEEEEEEEEEEEEN, lo que yo quería. Sobre todo porque  hoy es el 4º aniversario de la menda y el crítico jefe (hala, qué paciencia) y en lugar de ir a celebrarlo en algún bonito restaurante para que no tenga que cocinar yo, pues cocinaré algo bonito para él (y el crítico crítico cuando salga de clase) y me deleitaré viendo cómo lo disfrutan ¬¬ (antojo de huevos con patatas fritas +10 ahora mismo).

Así que, mientras mi estómago grita sonidos guturales en orco, os dejo con unos muffins de chorizo reconvertidos en adorables cupcakes salados ^^.

Cupcakes de chorizo con cobertura de puré de patatas

Ingredientes
(la receta original es de Marmiton, pero como siempre yo voy poniendo lo que me parece ^^)

250 gr de harina
3 huevos
10 cl de leche
1 sobre de levadura química
1 cucharada de sal
1 pizca de pimienta negra molida
250 gr de chorizo picante
1/2 cebolla
1 pimiento rojo
3 dientes de ajo

Para decorar

Puré de patata (receta aquí)
Parmesano en polvo
Jamón serrano en taquitos
Cebolleta seca 

Magdalena antes de ser glaseada (la próxima vez le pongo más chorizo)

Picamos en trocitos muy pequeños el pimiento rojo, el ajo, la cebolla y el chorizo. Calentamos en una sartén una cucharada de aceite de oliva y ponemos a sofreír el pimiento y la cebolla. Cuando empiecen a dorarse, incorporamos a la sartén el ajo y el chorizo, lo mezclamos bien, dejamos que se dore todo a fuego suave y lo reservamos escurriendo bien el aceite.

En un bol grande batimos los huevos, la leche la harina, la levadura, la sal y la pimienta hasta conseguir una mezcla homogénea. La masa tiene que quedar un poco espesa, así que podemos añadirle más harina si lo necesitamos. Incorporamos el relleno de chorizo a la masa y lo mezclamos bien para que quede bien repartido. Rellenamos lo moldes de magdalenas no más de 2/3 y horneamos durante 25 minutos en el horno precalentado a 180º C.

Muffins pre-horno

Muffins post-horno
Esperamos a que se enfríen un poco antes de servirlos, se pueden comer solos, con salsa de tomate, con ali-oli...

Catando los muffins antes de convertirlos en cupcakes

O podemos convertir nuestros muffins en cupcakes decorados con puré de patata. Para ello, yo añadí parmesano a un puré de patata cremoso (podemos ponerle un poco de nata de cocina si nos ha quedado muy espeso) y lo metí en una manga pastelera. Después de cubrir cada magdalena con el puré, espolvoreé por encima cebolleta seca y taquitos de jamón serrano.

¿No son monísimos?

El crítico jefe sólo fue capaz de decir "Oooooooooooooooh" cuando los vio ^^ ¡Buena señal! (o no, según el crítico crítico, el crítico jefe reaccionará igual a cualquier cosa que yo le ponga en el plato...)

Cupcake de chorizo a medio devorar ^^














jueves, 11 de octubre de 2012

Cupcakes de fresa

Cupcakes de fresa
¿Cuándo piensa llegar el otoño? Digo, yo llevo esperándolo más o menos desde finales de agosto… el amago que hizo hace dos semanas se podía haber quedado más tiempo, ¿no? Quiero castañas asadas, salir de casa con chaquetina (sí, porque una chaquetina no siempre es lo mismo que una chaqueta a secas), comprarme unas botas de agua (y poder usarlas sin tener que despegármelas después de los pies, se entiende), incrementar mi colección de boinas, que me apetezca hacer sopita y no salmorejo, las “noches de series” en el sofá con un chocolate o cola-cao calentito y la mantita, en lugar de limonada y calor… ¡Ains! (mi onomatopeya favorita para indicar un gran suspiro) Hoy las nubes sobre Madrid amenazan lluvia… ¡a ver si es verdad, copón!

Y mientras el tiempo se decide a cambiar al menos un poco, os cuento alguna de mis maravillosas experiencias de supermercado:
Hacía ya tiempo que en varias tiendas de productos americanos y británicos había descubierto esto: 


Sí, Nesquik de fresa… No sonaba apetecible y nunca llegué a comprarlo. Hasta que invadió los supermercados y ahora lo venden en casi cualquier tienda. Entonces Quicky (el conejillo que sale en la caja de Nesquik, por si alguno no tiene infancia) me miró con ojitos tiernos (en modo gato con botas en Shrek) y sin saber muy bien cómo, la maldita caja acabó en mi carro de la compra. El crítico crítico y yo llegamos a probarlo como batido con resultados no del todo satisfactorios: resulta que la sustancia rosa sabe a helado de fresa de mala calidad y con poco azúcar… con un regustillo final a un medicamento que no supimos identificar (a los que os guste, me parece estupentástico, eso sí).  Así que, para no sentir que había tirado el dinero en un producto que se iba a pudrir por los siglos de los siglos en mi despensa, decidí convertirlo en cupcakes, a ver qué pasaba. Y el resultado fue mejor de lo que esperaba. ¡Estaban deliciosos!

Cupcakes de fresa (detalle)

Ingredientes


Para las magdalenas

200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 vaso de azúcar
2 vasos de nata
3/4 vaso de Nesquik de fresa
1 cucharada y media de levadura
3 huevos
1 cucharadita de vainilla
3 cucharadas de sirope de fresa (y algo más para rellenar)
2-3 vasos de harina
1 pizca de sal

Para la cobertura


1/4 de vaso de nata

170-200 gr de mantequilla a temperatura ambiente

300 gr de azúcar glacé

2 cucharadas de vainilla

Virutas para decorar
(las mías, todas rosas, son de frambuesa y las encontré en la tienda Tiger - sí, sí, la tienda de comprar pijaditas, el paraíso del "amigo invisible" ^^)

(el colorante es opcional, yo es que tenía por casa un poco y quise mezclar a ver qué pasaba)

Empezamos con las magdalenas. En un bol grande mezclamos el azúcar con la mantequilla con la ayuda de un batidor de varillas. Añadimos la nata, la vainilla, los huevos, la sal, el Nesquik y el sirope de fresa y seguimos removiendo. En un cuenco aparte mezclamos previamente la harina con la levadura química, la incorporamos a la mezcla del bizcocho y batimos hasta que la textura sea uniforme y sin grumos. Precalentamos el horno a 210º C. Echamos la masa en los moldes de cupcakes hasta rellenar no más de 3/4 partes de éstos (preferiblemente no uséis sólo las cápsulas de papel para magdalenas, introducid éstas primero en moldes de silicona o metálicos para que los cupcakes queden redonditos y perfectos) y los horneamos a 180º durante unos 20 minutos (o hasta que al introducir un palillo éste salga sin restos de masa).

Una vez estén listos los cupcakes, los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo antes de decorarlos.


Cupcakes de fresa con cobertura de vainilla y virutas de frambuesa
 
Para hacer la cobertura o frosting, ponemos la nata, la mantequilla y la vainilla en un cuenco y los batimos con un batidor de varillas eléctrico (si es un batidor de pie, pues mucho mejor para vuestro brazo y vuestra espalda ^^) durante 3 minutos hasta que esté esponjosa. Ponemos el batidor a velocidad lenta y añadimos poco a poco el azúcar glacé hasta que esté montado. Las cantidades de azúcar glacé y de nata pueden variar según la consistencia que queramos darle a la cobertura. Una vez listo el frosting, lo metemos en la nevera para que se endurezca un poco antes de decorar los cupcakes.

Mientras la cobertura se endurece, podemos ir rellenando los cupcakes con el sirope de fresa. Para ello, hacemos un agujero en el centro de cada cupcake (sin llegar hasta el fondo) con un sacacorazones de manzana (yo no sé si el cacharrito éste tiene otro nombre, si es así, ¡hacédmelo saber!), rellenamos con sirope de fresa y volvemos a colocar el trocito de bizcocho que hemos extraído. Cubrimos con el frosting, ya sea con un cuchillo o decorándolo con una manga pastelera, y espolvoreamos las virutas. Et voilà!

Cupcakes de fresa rellenos de sirope de fresa

jueves, 27 de septiembre de 2012

Nuggets de pescado

¡Por fin! He acabado el curso de Community Manager y Marketing Digital que estaba estudiando (y que me ha tenido la última semana sin actualizar porque estaba haciendo deberes – vale, y viendo Once Upon a Time porque me enganché como una mona ^^, pero eso no cuenta -). Para celebrarlo debería subir algún postre ultracalórico y súper dulce como la tarta de “feliz día y feliz contrato” que le hice a una amiga mía. Pero aún no toca.

Por petición de mi muy mejor amiga (Forrest Gump dixit) tendría que subir la receta de la quiche lorraine o de la todoterreno empanada de salami que me ha salvado más de una cena (y de dos y de tres). Pero como en la página de Facebook y en Twitter ya os había puesto una foto de estos pequeñines, pues les tocó el turno a ellos.

Nuggets de pescado

Cuando era pequeña me llevaba muy mal con el pescado (ahora me llevo mejor, pero sólo con algunos peces y según de qué manera), como tantos otros niños. Hasta que un amigo/primo/no recuerdo qué de mi padre probó a darme filetes de lenguado empanados y con un poco de salsa de tomate. Y como estaba crujiente y no sabía a pescado, ¡cielo abierto para mi madre! Parece una tontería y no será lo más sano del mundo (pero tampoco lo son las hamburguesas y barritas de pescado que venden por ahí y que saben en su mayoría a sustancia X) pero es un primer paso para darle pescado a alguien que se niega a comerlo. Y con la cultura actual de comida rápida que tenemos, ningún niño le va a decir que no a unos nuggets.


Ingredientes
Pescado (a elegir) en filetes no muy finos
Harina
Huevo
Pan rallado (en mi caso iba mezclado con cereales machacados, como el rebozado del pollo crujiente)
Sal y pimienta

Podéis hacer esta receta prácticamente con cualquier tipo de pescado blanco o azul, siempre que podáis convertirlo en tacos de un cierto grosor. Yo lo hice con lenguado porque me encanta y porque la receta original era así jeje. Cortamos el pescado en tacos, salpimentamos y lo reservamos. Batimos bien el huevo y vamos rebozando los nuggets primero en harina, luego en el huevo batido y por último los empanamos. Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén y cuando esté bien caliente vamos incorporando los nuggets de pescado y dejando que se doren bien por ambos lados. Los sacamos y los ponemos sobre un plato o fuente con papel absorbente para que no queden grasientos.


Se pueden comer solos o acompañarlos con la salsa que escojáis. La de las imágenes es ketchup sí, pero quedan estupendamente con una salsa de tomate casera, miel y mostaza, mahonesa, barbacoa, pisto… lo que se os ocurra ^^.

 
Mis nuggets de lenguado, sí, con ketchup

El crítico jefe los acompañó de pisto de verduritas y mahonesa

domingo, 16 de septiembre de 2012

Premios Bitácoras 2012

Bueno, pues el crítico jefe y mi mejor amiga (que para eso lo es ^^) me han animado a participar en los Premios Bitácoras 2012. Desde ya, decir que obviamente no voy a ganar nada. Pero, oye, me hace ilusión participar. Así que, si opináis que merezco un poquito de reconocimiento/consideración/"voto para que no te sientas mal y te vote alguien" ^^ o lo que sea, en la imagen siguiente os dejo el enlace a las votaciones. Lo tenéis también en la barra lateral debajo de las entradas más visitadas.

Si alguno os animáis, ¡gracias! Y si no, pues ¡gracias! también porque al menos estáis leyendo esto jeje.

Votar en los Premios Bitacoras.com

martes, 11 de septiembre de 2012

Snickerdoodles

El otro día me levanté de la cama con antojo de preparar galletas. No de comerlas, no, de prepararlas. Y aprovechando que esa tarde visitábamos a unos amigos (y que el Pisuerga pasa por Valladolid, puestos a buscar excusas para encender el horno…) me dispuse a ver qué había y qué no en mis armarios y nevera para intentar preparar Snickerdoodles (unas galletas de vainilla y canela, crujientes pero esponjosas, que llevaba tiempo queriendo probar). Problema número 1: ¡sólo tenía 1 huevo en la nevera! Problema número 2: ¡era domingo! Mientras mi pereza y mis ganas de galletas peleaban a muerte en mi cabeza para ver si cogía el coche y me iba al hipermercado abierto más cercano, me puse a buscar recetas variadas de Snickerdoodles para averiguar si me faltaban más ingredientes para las galletas. Y entonces, ¡sorpresa! 
En muchas de las recetas que encontré sólo necesitaba un huevo (otras llevaban un huevo y una yema pero prescindían de la nata, o no llevaban extractos líquidos, o llevaban menos mantequilla…). Así que mezclando unas cuantas de esas recetas (y variándolas a mi antojo según preparaba la masa) llegué a estas cantidades que parece que funcionaron a la perfección (pues de más de 40 galletas que hice, al final de la tarde noche quedaban 5) ^^.

Buena pinta ¿eh?
Ingredientes


2 y ½ vasos de harina
2 cucharaditas de cremor tártaro
1 y ½ cucharadita de levadura química en polvo
¾ de cuchara de postre de canela
¾ de cuchara de postre de nuez moscada en polvo
½ cucharadita de sal
170 gr de mantequilla a temperatura ambiente
¾ de vaso de azúcar
¾ de vaso de azúcar moreno
1 huevo
½ vaso de nata
(o leche evaporada)
1 cucharadita de extracto de vainilla
¼ de cucharadita de extracto de almendra
(aunque yo no tenía entonces y trituré un puñadito de almendras tostadas hasta que se conseguí un polvo muy fino ^^)

Cobertura

¼ de vaso de azúcar
1 y ¼ cucharaditas de canela
El primer problema que puede que encontréis es la imposibilidad de conseguir cremor tártaro. En Madrid lo tienen ya en muchas tiendas de repostería o tiendas de productos americanos o británicos. Pero siempre podéis pedirlo a alguna tienda online (en la sección de enlaces tenéis algunas, y añadiré más), sólo hay que utilizar un poquito y luego lo podéis utilizar para espesar y dar más consistencia a claras de huevo batidas (como para hacer merengues), bizcochos y pasteles; también se utiliza en la preparación de cremas, glaseados y coberturas para postres ya que hace que el azúcar no se cristalice para que el frosting (por ejemplo) quede cremoso. En alguna recetas de postres, según he encontrado en diferentes páginas web, lo sustituyen por zumo de limón, que es ácido igualmente. Pero esto puede variar el sabor del plato que estemos preparando. Cada cual, como prefiera ^^.

Empezamos con los Snickerdoodles

Crujientes por fuera y esponjosos por dentro

Mezclamos la harina, el cremor tártaro, la levadura, la canela, la nuez moscada y la sal en un cuenco. En el bol de la batidora eléctrica (si tenemos batidora eléctrica de pie, si no en el bol que vayamos a usar para amasarlo todo), batimos a velocidad lenta durante 4 o 5 minutos la mantequilla con el azúcar (blanco y moreno) hasta que tenga aspecto cremoso y homogéneo. Añadimos el huevo, la nata y los extractos de vainilla y almendra y lo mezclamos. Incorporamos la mezcla de la harina y lo batimos (o mezclamos y amasamos si lo estamos haciendo a mano) con el accesorio amasador de la batidora. Una vez esté lista la masa, la dejamos reposar, sin tapar, a temperatura ambiente durante 20 minutos. (Inciso: ya olía también en crudo, que no me resistí a probarlo, lo reconozco…)

Snickerdoodles antes y después de hornear ^^

En un cuenco pequeño, mezclamos el azúcar con la canela para “rebozar” las galletas. Con la ayuda de una cuchara pequeña, vamos haciendo bolitas de masa (con una cantidad como la que cabría en esa cuchara basta) y las pasamos por el azúcar hasta que estén bien cubiertas

Rebozando las bolitas de masa

Precalentamos el horno a 180ºC y vamos colocando las bolitas de galleta sobre la rejilla cubierta con papel de hornear. Las horneamos durante 10 minutos, hasta que estén doraditas, y las dejamos enfriar por completo antes de retirarlas de la rejilla (ya que cuando salen del horno están blanditas y esponjosas y hay que esperar a que se enfríen para que se endurezcan un poco).

Una vez frías las galletas deberían tener este aspecto

Con estas cantidades, tendremos masa para muchíiiiiiiiiisimas galletas. Yo guardé en el frigorífico una cantidad y me sirve para dar de merendar a los críticos (jefe y crítico) esta tarde ^^.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Tomates rellenos de tortilla de patatas


Este verano, mientras disfrutaba de un masaje (sí, ¿qué pasa? Estaba de vacaciones y tenía las piernas cansadas... - o eso me digo a mí misma ^^-), la masajista (conocida mía) me habló de una cena que había preparado y cómo había arrasado con su plato estrella: pimientos italianos rellenos de tortilla de patatas. ¿No suena profundamente delicioso? Bueno, pues como imaginaréis debido a mi ya explicado poco amor por los vegetales, los pimientos y yo aún no nos llevamos del todo bien. Excepto los pimientos de Padrón. Hace un año y medio me obligué a empezar a comerlos, y diréis "¿cómo que te obligaste?". Sí, me obligué: es que huelen tan bien cuando están en la sartén... y puede que alguno pique... y a mí me encantan el picante y la incertidumbre... Mis padres opinan que fue un error terrible mi auto-obligación, porque ahora los comería hasta para desayunar y cada vez que veo a mi padre salir de la huerta con un calderito de pimientos... ¡me abrazo al caldero!
Bien, pues como no podía rellenar de tortilla los pimientos de Padrón, decidí probar la receta sustituyendo los pimientos por tomates. Y así, aprovechaba y daba uso a los grandes (alguno hasta enorme) tomates de nuestra huerta que mi madre me había enviado junto con mi hermano (a partir de ahora, el crítico crítico gracias a su constante tendencia a criticarlo todo desde el sarcasmo y la ironía; es así, hay que quererlo igual ^^). Así que aquí están, para ser la primera vez que lo intentaba, estaban buenos (al menos nadie dejó nada en el plato ^^):
Tomates rellenos de tortilla de patatas
 
Ingredientes
 
4 tomates grandes
4 patatas de medianas a grandes
1 cebolla
6 huevos
Sal y pimienta
(y en mi caso, pimientos de Padrón para acompañar ^^)

Empezamos pelando, lavando y cortando las patatas en láminas finas. Calentamos abundante aceite (cada cual que use el que prefiera para freír las patatas) en una sartén grande y ponemos a freír las patatas bien escurridas. Pelamos y picamos en trozos finos la cebolla y la añadimos a las patatas. En mi casa, tanto mi madre como antes mi abuela, desde siempre se ha hecho la tortilla con las patatas un poco deshechas pero sin llegar a ser puré. Si os gusta así, podéis ir deshaciéndolas con la espátula de madera mientras se fríen, o podéis esperar a hacerlo cuando las escurráis. Cuando empiecen a dorarse tanto las patatas como la cebolla, lo sacamos todo de la sartén, lo ponemos a escurrir el aceite en un colador y salpimentamos (hay gente que prefiere echar la sal a las patatas mientras se fríe o incluso antes, cada uno como acostumbre).
Batimos los huevos en un bol grande y añadimos las patatas, mezclándolo todo bien.

Ahora, lavamos bien los tomates, los secamos y cortamos la parte superior como si fuéramos a destaparlo. Con ayuda de una cuchara, vaciamos el tomate dejando sólo la carne adherida a la piel (¡no tiréis la carne del tomate! Nos servirá como ensalada para acompañar este plato o cualquier otro). Nos interesa que el tomate esté maduro para vaciarlo bien, pero no demasiado para que no se nos rompa al hornearlo.  

Vaciado de los tomates

Colocamos los tomates en una fuente para horno y los rellenamos con la mezcla de tortilla de patatas. No los llenéis hasta que rebose, pues al hornearse la tortilla podría romperse el tomate con la presión. Precalentamos el horno a 180º C y horneamos los tomates hasta que al introducir un palillo en la tortilla, al extraerlo no tenga restos de huevo batido (dependerá del horno y del tamaño del tomate, en mi minihorno de juguete tardaron unos 25 minutos).

Los tomates rellenos de tortilla de patata acompañados de pimientos de Padrón y ensalada de tomate
Mientras se horneaban, yo aproveché para freír unos pimientitos de Padrón (y comer alguno antes de tiempo y abrasarme la lengua sí, no aprendo) y aliñé el tomate resultante de vaciar los del horno.
¡Aviso! Aunque no parece gran cosa, este plato llena mucho y con un solo tomate conseguí saciar al crítico jefe ^^.

¡Qué rico!





lunes, 3 de septiembre de 2012

Cupcakes de chocolate con Guinness y frosting de caramelo


Aquellos que sigáis la cuenta de ideas al horno en Facebook  o Twitter , llevaréis desde ayer por la tarde salivando por la pinta de los cupcakes de chocolate y cerveza Guinness ya decorados. Los que no me sigáis (¬¬, a ponerle remedio, ¡hombre ya!) estaréis pensando que para qué subo un adelanto de unas simples magdalenas de chocolate... ¡pues porque no son tan simples! Todo empezó con mucha curiosidad y una lata de Guinness olvidada gentilmente en mi casa por mi mejor amiga... A mí no me gusta la cerveza, ningún tipo, pero tampoco quería tirar la lata (no están los precios como para ir tirando nada así a las bravas). Así que me animé y busqué recetas de algo que siempre había querido probar: cupcakes de cacao con Guinness. Si tenéis dudas con las medidas de esta receta, en el post anterior tenéis la tabla de conversión de Allrecipes.com. Y éste es el resultado (como de costumbre, yo hice la receta como a mí me pareció después de comparar un montón, así que os dejo exactamente las cantidades que yo usé):

¿Apetecen?

Ingredientes para los cupcakes

1 vaso de cerveza Guinness
150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 vasos de azúcar moreno
¾ de vaso de nata
¾ de vaso de cacao amargo (o semiamargo) en polvo
1 cucharada y media (de postre) de levadura en polvo
2 huevos
1 cucharada de vainilla
2 vasos de harina

Ingredientes para el frosting

2 cucharadas soperas de caramelo (1/4 de vaso de azúcar y 2 cucharadas soperas de agua, por si os animáis a hacerlo vosotros)
¼ de vaso de nata
1 cucharadita de vainilla
170 gr de mantequilla
300 gr de azúcar glacé

Maltesers y/o fideos de chocolate para decorar

Cupcakes de chocolate y Guinness con frosting de caramelo

Empezamos con los cupcakes. Mezclamos en un cazo la mantequilla y la cerveza y lo calentamos hasta que la mantequilla se derrita por completo. Retiramos del fuego, añadimos el cacao y el azúcar y removemos hasta que esté todo bien mezclado. En un bol, batimos la nata con la vainilla y los huevos y la añadimos a la mezcla de mantequilla y cerveza. Añadimos la levadura en polvo a la harina y le incorporamos la mezcla del cazo. Removemos con un batidor de varillas hasta que la masa adquiera una consistencia y un color homogéneos. Precalentamos el horno a 210º C. Echamos la masa en los moldes de cupcakes hasta rellenar no más de 3/4 partes de éstos (preferiblemente no uséis sólo las cápsulas de papel para magdalenas, introducid éstas primero en moldes de silicona o metálicos para que los cupcakes queden redonditos y perfectos) y los horneamos a 180º durante unos 20 minutos (o hasta que al introducir un palillo éste salga sin restos de masa).

Una vez estén listos los cupcakes, los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo antes de decorarlos.

Para hacer la cobertura o frosting, calentamos en un cazo el caramelo (sin dejar que llegue a hervir) y le añadimos la nata y la vainilla, removiendo con una cuchara de madera hasta que esté suave y homogéneo. Mientras dejamos que el caramelo (que ahora tendrá aspecto de dulce de leche) se enfríe, batimos la mantequilla con un batidor de varillas eléctrico (si es un batidor de pie, pues mucho mejor para vuestro brazo y vuestra espalda ^^) durante 3 minutos hasta que esté esponjosa. Ponemos el batidor a velocidad lenta y añadimos poco a poco el azúcar glacé hasta que se mezcle totalmente. Incorporamos el caramelo y lo batimos lentamente hasta que esté montado. Las cantidades de azúcar glacé y de nata pueden variar según la consistencia que queramos darle a la cobertura. Una vez listo el frosting, lo metemos en la nevera para que se endurezca un poco antes de decorar los cupcakes.

Para la próxima les pongo caramelo líquido por encima, mmmm...

Para la decoración, podemos simplemente cubrir los cupcakes con el frosting con ayuda de un cuchillo, o bien podemos decorarlos con la manga pastelera. Al gusto de cada uno.

Cupcake después de sufrir un mordisco del crítico jefe ^^



Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

Votar en los Premios Bitacoras.com

Licencia Creative Commons
ideas al horno se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.