martes, 31 de enero de 2012

Camembert en croute

Hoy estoy pachucha. Después de un fin de semana con amigos, cocinando, comiendo fuera, pateando la ciudad, riendo, fotografiando y, en definitiva, disfrutando, hoy mi estómago ha dicho "¡BASTA!" y se ha puesto en huelga. Y como no quiero subir ninguna receta elaborada que consiga que se me haga la boca agua mientras la escribo, subo esta sencilla maravilla del sábado de la cual mis invitados (y yo, para qué negarlo) no dejaron ni las migas de hojaldre que quedaron en el plato.


Esto es muy fácil, sólo necesitamos:

Un queso camembert entero
Un paquete de masa de hojaldre fresca (de la que tienen refrigerada, enrolladita y lista en los supermercados)

Extendemos la masa de hojaldre sobre una superficie plana y lisa (si tenemos la masa en la nevera, la sacamos 10 minutos antes para que esté a temperatura ambiente). Colocamos el queso camembert en el centro y recortamos los bordes del hojaldre, de manera que al cubrir el queso no quede completamente cerrado. vamos cubriendo poco a poco el queso, lo colocamos en una bandeja de horno y lo introducimos en éste (previamente precalentado a 180ºC). Dejamos que se hornee hasta que el hojaldre esté dorado y servimos caliente :).

Yo lo acompañé de pan de pita, mermelada de frutos rojos y cebolla confitada.




viernes, 27 de enero de 2012

Pasta con crema de queso y champiñones

AVISO PARA INTOLERANTES A LA LACTOSA, VEGANOS O SIMPLEMENTE DETRACTORES DEL QUESO: Este fin de semana toca tener invitados en casa. Invitados tan fanáticos del queso en cualquiera de sus formas que les he visto poner queso roquefort en un plato de ratatouille... Así que, a ver si adivináis qué alimento será el protagonista del blog durante los próximos días. Hoy, de primero, macarrones con queso crema y champiñones.

Ingredientes

300 gr de macarrones
(o el tipo de pasta que nos apetezca)
200 gr de queso crema
(queso para untar)
200 gr de champiñones
1 cebolla
1 diente de ajo
Perejil
Sal y pimienta

Ponemos una cazuela con agua y un chorrito de aceite en el fuego. Cuando el agua rompa a hervir, incorporamos la pasta, bajamos un poco el fuego y dejamos que se cocine durante 7-10 minutos. Una vez cocida la pasta, la ponemos a escurrir y preparamos la salsa.

Cortamos los champiñones primero en láminas y luego en trozos pequeños; cortamos  también el ajo y picamos bien la cebolla. Calentamos una cucharada de aceite en una sartén y sofreímos la cebolla, el ajo y los champiñones hasta que se doren. Sazonamos con sal, pimienta y perejil. Reservamos 1/3 de los champiñones en un plato y escurrimos el aceite sobrante (si lo hay) del resto. Con el fuego bajo, añadimos al 2/3 de los champiñones escurridos el queso crema y removemos hasta obtener una crema espesa. Trituramos la salsa con una batidora hasta que tenga un aspecto lo más homogéneo posible; si está muy espesa, podemos aligerarla con un poco de leche o nata para cocinar. Añadimos la pasta escurrida y los champiñones restantes y removemos. ¡A comer!

lunes, 23 de enero de 2012

Cesta de pan rellena de setas

Yo no como mucho, soy persona de plato único (cosa que a mi madre le cuesta entender y a mis abuelas les partió el alma durante toda su vida) y además soy una "asquerosa" que censura la mayoría de las verduras, el marisco y mil cosas más. Alimentos que no ingiero, pero cocino (sí, algo que nadie entiende), lo cual me viene estupendamente ya que la mayoría de la gente sí quiere comer dos platos (y postre). No tengo ni la más remota idea de cuándo es época de setas, pero sé que el otro día, al ir a comprar el pan champiñones, níscalos, boletus y otras setas de diferentes tamaños y colores habían invadido el supermercado. Y pensé en hacer un revuelto. Y pensé en lo mucho que me gusta rellenar cosas. Y vi unos bollitos de pan llamándome desde una cesta. Y me pareció una buena idea unir esos conceptos.

Ingredientes

Bollito redondo de pan
(yo lo compré, lo admito)
Setas variadas
(al gusto)
Tomate concentrado
Leche evaporada
Cebolla
Ajo
Sal y Pimienta
Hierbas provenzales
Aceite
Un taquito de queso gouda
para decorar

Cogemos el bollo de pan, cortamos la parte superior (sin que se rompa) y quitamos la miga para introducir el revuelto de setas. En una sartén con una cucharada de de aceite, sofreímos la cebolla y el ajo picados con las setas previamente troceadas. Salpimentamos y, cuando las setas y la cebolla se hayan dorado, incorporamos el concentrado de tomate y la leche evaporada. Removemos y apartamos del fuego. Añadimos las hierbas provenzales y esperamos a que haya enfriado un poco antes de colocarlo dentro de la cesta de pan. Mientras esperamos, podemos tostar en el horno o la sartén la "tapa" del bollito que le hemos cortado al comenzar.

Rellenamos la cesta de pan con las setas hasta el borde del bollito, colocamos encima un taquito de queso y lo introducimos en el horno a gratinar a 180º - 200º C (hay que prestarle atención para que no se nos queme el pan). Podemos servirlo como acompañamiento a un plato de carne, o solo con una ensalada.


Pollo parmigiano

¿Sabéis esos días que no tenéis ganas de pasar más tiempo del necesario en la cocina, pero tampoco apetece comer pollo a la plancha? Pues hoy era uno de esos días para mí. Y en la nevera había pechugas de pollo. También había queso (siempre, múltiples tipos y formas), y tomate, y cebolla, y especias. Y en mi cabeza surgió una receta que había visto en mil páginas web, que llevaba tiempo queriendo probar y nunca había hecho (porque ese muchacho que vive conmigo es ferviente adorador del pollo con nata y sopa de cebolla, que otro día subiré): "chicken parmigiana", una maravilla de plato de pollo con sabor a Italia que me tuvo chupándome los dedos hasta la hora de la cena :).

Necesitamos:

Pechugas de pollo en filetes
Queso rallado (al gusto)
Queso parmesano en polvo
Pan rallado
Huevo
Sal y pimienta
Hierbas provenzales
Para la salsa de tomate:

Tomates frescos o tomate triturado (o el tomate que cada uno prefiera para su salsa)
Cebolla
Ajo
Albahaca
Orégano

Lo primero es preparar la salsa de tomate, así que en una sartén con una cucharada de aceite sofreímos la cebolla y el ajo picaditos. Cuando empiecen a dorarse, añadimos el tomate, el orégano y la albahaca y lo dejamos a fuego muy lento removiendo de vez en cuando (y aquí, como yo soy muy "especialita", es cuando acudo a la batidora y dejo la salsa bien trituradita :) pero, obviamente, no es un paso necesario para la receta).

Mientras la salsa se sigue cocinando, batimos el huevo en un plato y vamos rebozando cada pechuga de pollo primero en huevo y luego en el pan rallado con las hierbas provenzales, la sal y la pimienta, y repetimos. Las freímos en un poco de aceite hasta que estén bien doradas y crujientes y las servimos en una fuente para horno.
El pollo dorándose en la sartén

Cubrimos con la salsa de tomate y espolvoreamos el queso parmesano y el queso rallado que escojamos. Precalentamos el horno a 180º C y dejamos el pollo hasta que el queso se haya gratinado. PE-CA-DO.

domingo, 22 de enero de 2012

Mousse de chocolate

No soy una persona muy chocolatera. Hasta los 18 años el único chocolate que tomaba era el que venía en forma de huevo Kinder (que sigue siendo una de mis adicciones no secretas ^^). Pero fue irme a estudiar fuera de casa, algo en mí mutó, y de repente me apetecía comprarme tabletas de chocolate. El otro día, mientras escribía uno de los posts anteriores, una tableta de chocolate con leche me miraba golosa desde la mesa y sucumbí a sus encantos sólo para darme cuenta de que sólo quedaban dos onzas que no iban, ni por asomo, a sarciar mi gula. Así que bajé a comprar más. Y entonces se me antojó hacer mousse. Y lo hice. Y luego me maldije porque no podría comérmelo hasta el día siguiente.


Ingredientes

170 gr de chocolate amargo o semi-amargo
170 gr de mantequilla
4 huevos
170 gr de azúcar
1 cucharada de agua
Una pizca de sal
1/2 cucharada de extracto de vainilla

Ponemos a calentar agua en una olla o sartén.  Troceamos el chocolate y la mantequilla en un recipiente que podamos introducir en la olla con agua y los dejamos al baño maría hasta que se hayan derretido, removiendo con una cuchara de madera para que se mezclen.

Separamos la clara y las yemas de los huevos, echamos las claras en un cuenco amplio con una pizca de sal y las reservamos para montarlas a punto de nieve. Batimos las yemas con el azúcar, el agua y el extracto de vainilla hasta obtener una textura cremosa y homogénea.
Cuando el chocolate esté listo, lo incorporamos a la mezcla de las yemas y el azúcar.

Montamos las claras a punto de nieve y, cuando estén firmes, añadimos poco a poco el chocolate mezclando de arriba abajo hasta que esté todo combinado.
Servimos en los moldes deseados y dejamos enfriar al menos 4 horas (es difícil, lo sé) antes de tomarlo.


domingo, 15 de enero de 2012

Soufflé de queso

Mi hermano ha sido desde siempre una de esas (pocas) personas a las que no les gustan los huevos fritos, ni cocidos, ni revueltos, ni en tortilla francesa... Así que, cuando era pequeño, mi madre se las veía y se las deseaba para disfrazárselo de alguna manera y que comiera huevo sin necesidad de rebozarlo todo o hacer tortilla de patatas cada 4 días. Esta delicia de soufflé es una de mis recetas favoritas para seguir engañando a mi hermano :).
Necesitamos

   1/2 litro de bechamel espesa
    4 huevos
   quesos variados (al gusto) rallados
   mantequilla
(para el molde)
   horno precalentado a 180º (resistencias superior e inferior)

Para saber cómo hacer una bechamel fácil y sin grumos, podéis seguir las indicaciones de esta receta.

Éste es el soufflé ya deshinchado, al ratito de sacarlo del horno

 
Para esta receta vamos a necesitar un molde de horno bastante alto (ya que, una vez dentro del horno, el soufflé "crece") que engrasaremos completamente con mantequilla o margarina. Para nuestro souffllé haremos una bechamel espesa, así que es importante que lo tengamos en cuenta al comienzo. Si no tenemos claras las cantidades es preferible añadir un poco más de harina al principio, pues luego podremos aligerarla con más leche, pero una vez añadida la leche no podremos añadir más harina o la salsa tendrá sabor a harina cruda.

Empezamos separando la clara y las yemas de los huevos, echamos las claras en un cuenco amplio con una pizca de sal y las reservamos para montarlas a punto de nieve. Con la bechamel aún en el fuego, echamos en el cazo las 4 yemas y el queso rallado, removemos y reservamos. Con un batidor de varillas (manual o eléctrico, depende de las posibilidades y las ganas de cada uno), montamos las claras a punto de nieve hasta que tengan una apariencia firme pero esponjosa. Poco a poco, vamos incorporando a las claras la bechamel con las yemas y el queso, mezclando con movimientos de arriba a abajo (no con movimientos horizontales o circulares) hasta obtener una apariencia homogénea. Metemos en el horno a 150º y horneamos durante 20-30 minutos. El soufflé estará listo cuando al introducir un palillo largo (de los utilizados para hacer brochetas o pinchos), éste sale limpio.

Podemos utilizar cualquier queso que prefiramos, más o menos fuerte, de sabores intensos o más suaves. Además, podemos añadirle al soufflé prácticamente cualquier alimento que se nos ocurra: bacon, jamón york, pavo, pollo, espinacas, salmón... al gusto del consumidor.

Y ¡a disfrutar!

Para hacer una buena bechamel

Quería inaugurar el blog con la receta del maravilloso soufflé de queso que hace mi madre desde que tengo uso de razón. Pero para esa receta, necesitamos primero saber hacer correctamente una salsa bechamel, así que ¡al lío!

Ingredientes
   1/2 litro de leche
   50 gramos de mantequilla
   50 gramos de harina de trigo
   nuez Moscada
   sal y pimienta
(aunque yo sólo uso lo segundo)
Estas cantidades son orientativas y dependerán del espesor que le quedamos dar a nuestra bechamel.

Es aconsejable tamizar previamente la harina (lo puedes hacer de manera sencilla con un colador) para intentar reducir la cantidad de grumos que se forman al hacer la salsa.

Calentamos en un cazo la leche y en otro la mantequilla; cuándo esta última esté derretida, añadimos la harina y removemos con una espátula o un batidor de varillas hasta que la harina se dore. Cuando la leche esté caliente la vertemos sobre la harina y, a fuego lento,  comenzamos a remover de manera constante hasta que desaparezcan los grumos y la bechamel tenga una apariencia homogénea.
 Retiramos del fuego, añadimos una pizca de sal, pimienta y nuez moscada "et voilà", la bechamel estará lista.

Precalentando

¡Hola! Esto es ideas al horno y actualmente estamos precalentando el ídem para ofreceros recetas de cocina sencillas y creativas para los principiantes (o simplemente tímidos) del arte culinario.


Antes de nada, admitir que la "chef" de este blog no es una cocinera profesional... ni siquiera una cocinera a secas; es simplemente una "cocinillas" que gusta de sorprender a sus amigos con recetas, pruebas y experimentos que, hasta el momento, han salido bien y han conducido a la creación de este proyecto.

Tengo que advertir a los presentes o futuros lectores y cocineros que durante mi vida de aventuras entre fogones me he guiado por el siguiente mantra:

     - "Mamá, ¿cuáles son las cantidades para tal receta?"
     - "Mmmm, no sé... yo es que lo hago a ojo"

Y de tal palo, tal astilla.

Pero vamos a probar, ¿no?

Bienvenidos.

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